Viaje en moto a Amsterdam!! (Día 3)

3 julio 2007
Después de visitar el concesionario oficial Honda en Chartres, comenzamos el que sin duda será el día más difícil en cuanto a lluvia...
El objetivo de hoy es llegar a Brujas, pero el día no facilita el viaje. Aún así pudimos descubrir bajo la intensa lluvia las bonitas granjas que hay en Normandía. Teníamos que parar cada 15 ó 20 minutos bajo los puentes, los árboles y las paradas de autobús para cambiarme de ropa (calcetines, sudadera y guantes).

Incluso nos metimos a resguardarnos en un portal de una casa particular, cuya dueña nos invitó varias veces a entrar a tomar algo caliente. Rehusamos porque íbamos tan calados que lo podíamos mojar todo.
Mi mujer no se mojaba apenas gracias a la cordura y a la pantalla que yo le hacía con mi cuerpo. Lo cierto es que no era del todo desagradable, ya que no hacía ni gota de frío. Aún así llegó un momento en que decidimos buscar un sitio donde comprar ropa seca e impermeables. El GPS me indicó un Decathlon a 50 kms. Como llovía tanto, en lugar de seguir la ruta más rápida, indiqué la más corta y disfrutamos de esos lugares tan recónditos que existen cuando te sales de las rutas “lógicas”.

Ya con dos pantalones y una chaqueta impermeables, un forro polar seco y unos guantes de Neopreno, volvemos a ponernos en marcha. Después de 300 kms de lluvia muy intensa (incluso granizo), el cielo se abre. Paramos a comer cerca de la frontera con Bélgica en un restaurante de “comida familiar” donde comprobamos que podías entrar y comer con tu perro sentado a la mesa (que pena no haber llevado a nuestro perrito, jejeje). No hay foto porque me dio coraje, pero es curioso en la mesa de al lado un Yorkshire comiendo del plato de su ama.
Cuando nos ponemos en marcha, disfrutamos aún de la tregua que nos da el cielo. En unos pocos kms nos plantamos en la frontera de Bélgica.

Como no podía ser de otra forma, Bélgica nos da la bienvenida con lluvia (aunque más “soportable” que la que hemos tenido a lo largo del día). De un tirón nos plantamos en Brujas.
Allí encontramos un hotelito ENCANTADOR. Nos ofrecen una habitación abuhardillada cuyas “velux” miran de frente a la torre de la catedral. Preciosa la vista desde la cama...

Observamos que estamos a años luz de Brujas en cuanto a la cultura de la bici como medio de transporte urbano. El 95% de la gente circula en bici. Vimos a gente paseando al perro en bici, carteros en bici, comida a domicilio en bici, policías en bici, taxistas en bici y casi nos sentíamos dando la nota por ir en moto, jejeje... Allí los aparcamientos para bicicletas son tan grandes como los que encontramos aquí de coches en estaciones como Atocha, Chamartín, etc...
Ya que la lluvia nos lo permitió, estuvimos toda la tarde/noche paseando por la ciudad. Es un sitio realmente encantador!! Esas casitas que parecen de cuento, esos canales LIMPIOS (no como los venecianos), ese olor a verde y a hierba recién cortada. En fin, que mereció la pena la jornada de agua sólo por pasear por allí durante 5 horas.

Una vez hecha la cena en la plaza Markt (Plaza Mayor), nos fuimos a descansar al hotel donde seguíamos teniendo esa bonita vista que antes he mencionado. Nos dormimos exhaustos pero muy contentos con la forma en que terminó la jornada. Al día siguiente nos esperaría nuestro objetivo final: Amsterdam!!