Damarsito

7 abril 2008 El día de hoy sabíamos que iba a ser duro, así que nos levantamos a las 7:00hrs para desayunar fuerte y comenzar temprano las visitas culturales. Después del desayuno, estuvimos hablando con el recepcionista del hotel para que nos aconsejara. Nos avisó que todo el centro de Roma tenía restringida la circulación y que la sanción, si nos colábamos sin autorización, era de 150.-euros. Así que con el temor en el cuerpo de no saltarnos ninguna señal, salimos con dirección al Vaticano. Según nos aproximamos, vimos una monumental cola con centenares de turistas. Nos explicaron que esperaban entrar al “Musei Vaticani” y que aún quedaba media hora para que abrieran, así que en ese momento decidimos que veríamos todo lo posible de Roma y el Vaticano, exceptuando el Museo, y al día siguiente nos levantaríamos lo más pronto posible para poder entrar al museo sin perder 2hrs en la cola. Llegamos en seguida a la Plaza de San Pedro y aparcamos en una zona específica para motos justo e

6 abril 2008 Pasamos la noche perfectamente en nuestro camarote. Cuando nos asomamos por la ventana del camarote, me impresionó a la velocidad que navegábamos. Se veía pasar el agua tan deprisa, que parecía increíble que no sintiéramos nada. El barco no se movía absolutamente nada (a pesar de que por la megafonía comunicaron que el mar se hallaba parcialmente agitado) y eso me alegró bastante, pues seguro que me permitiría salir del camarote y disfrutar de la travesía. Así que doble ración de mis “vitaminas” y, A DESAYUNAR!! La hora prevista para la llegada a Civitavecchia era a las 17:30hrs. Teníamos por delante una jornada de descanso en un fantástico barco y aprovechamos para conocer cada rincón del Ferry, ir de compras y subir a la cubierta a hacer fotos. Poco más se puede contar del viaje en barco... Tan sólo que sobre las 13:30hrs pasamos entre Córcega y Cerdeña y la las 17:45hrs, llegábamos a puerto. En poco menos de 1hr, nos permitieron salir con nuestros vehículos, pasando

5 abril 2008 Dice un famoso refrán que “Todos los caminos conducen a Roma”. Por mi parte, después de 36 años recorriendo caminos, aún no se había cumplido, de modo que éste año me propuse iniciar una búsqueda exhaustiva y hacer verdadero el dicho. La idea que nos surge es sencilla: como los caminos “terrestres” nunca nos habían llevado a Roma, probaríamos con caminos “marítimos” y esperaríamos obtener mejores resultados. De modo que para éste primer día de ruta, habíamos contratado un Ferry Grimaldy con salida en Barcelona y llegada (20hrs después) en Civitavecchia (ciudad marítima muy próxima a Roma). Los protagonistas de la aventura: nuestra querida LT, mi mujer Maribel, y el que suscribe (Daniel). El Ferry tenía prevista su salida a las 19hrs y eso implicaba que 2hrs antes (a las 17hrs) teníamos que estar embarcando. Como desde Alovera hasta el puerto de Barcelona hay cerca de 600kms, quisimos salir con tiempo para no llevar la presión de llegar tarde. Nos pusimos en marcha a las