Gracias Otto!!!

 Llegaste a mi vida sin yo quererte en ella. Tus primeros días en casa te ignoraba o despreciaba porque no quería más perros y te metieron en mi vida a la fuerza. Te llamaba “Puto Perro”, en realidad no con odio, sino con desdén…


Sin embargo, en muy poco tiempo te ganaste mi corazón con esa carita que ladeabas cada vez que me dirigía a ti y queriendo estar siempre encima de mí mientras veíamos la tele o trabajaba en el ordenador.


El “Puto Perro” pasó a ser un apelativo lleno de amor y complicidad. Respondías a cuando te llamaba así con alegría, moviéndome la colita para que comenzáramos a jugar, como cada día hacíamos.


Te has ido muy pronto y me has destrozado el corazón, por supuesto sin tú quererlo… Nunca quisiste que nos pasara nada malo. Nos querías a toda la familia siempre junta!! Cuando nos íbamos a algún sitio, no dejabas que ninguno nos separáramos del grupo, estando siempre pendiente de volver a agruparnos, quizá por restos de una genética de pastoreo.


4 añitos sólo. Muy pronto, te fuiste demasiado pronto, pero has dejado un resto inolvidable en nosotros. Tu recuerdo SIEMPRE me acompañará, haga lo que haga en el futuro. Nos has hecho mejores personas a los que tuvimos el honor de vivir contigo y siempre te estaré agradecido por ello.


Ya nunca volveré a tenerte en mi regazo. Nunca te tiraré palitos mientras paseábamos y nunca podré volver a darte esos besos de esquimal que te daba a cada momento. Pero te voy a llevar dentro de mi alma junto a tu hermano mayor Damar, ese que nunca conociste pero que tanto se parecía a ti. Duele tanto!!!!!!!


Te quiero “Puto Perro”, y siempre te voy a querer. Espérame al otro lado del arcoíris, que la vida es muy corta y pronto nos volveremos a abrazar!!


DEP




Comentarios

Entradas populares de este blog

Construcción de Horno de Leña de Doble Cámara

Route 66 - El viaje de nuestra vida - Semana 1 de 3