Rumanía 2021 - Segunda semana - 2/3

 Hola a todos de nuevo!!


Seguimos con la segunda semana de nuestras vacaciones por Europa del Este. Os recuerdo que nos encontrábamos pasando la noche en Buzau después de una agradable charla con nuestros amigos Georgiana y Catalín...

A la mañana siguiente, seguimos nuestra ruta hasta nuestro punto más alejado de casa en la costa del mar Negro: Constanza.

Pero antes de llegar allí, pasamos el día en Bucarest con nuestra amiga Georgiana, su madre y su preciosa hija.

Una jornada fantástica con ellas!!





Después de un gran día allí y antes de anochecer, pusimos rumbo a Constanza.

Me gustaría escribir un poco sobre las carreteras y los conductores en Rumanía... Tras nuestra no corta experiencia de turismo recorriendo la práctica totalidad de Europa y parte de África, tengo que reconocer que los conductores rumanos son los que más terror me han causado. Adelantan sin visibilidad alguna y sin importarles lo que pueda aparecer tras la siguiente curva, circulan a velocidades temerarias avasallando constantemente al vehículo que llevan delante y realizan giros o paradas inesperadas que te hacen estar permanentemente alerta cuando vas tras ellos. Tuvimos muchos sustos causados por esta forma de conducir y me pareció un milagro que, tras varios días conduciendo por sus carreteras, hayamos vuelto de una pieza.

En cuanto a las carreteras, tienen buenas infraestructuras en carreteras principales, no muy distintas a las del resto de Europa, pero son un desastre las carreteras menos importantes. Constantes baches, arcenes inexistentes y continuas sorpresas en las vías que, junto a la manera de conducir del rumano medio, han hecho que no hayamos tenido tiempo de aburrirnos nada durante la ruta en nuestro viaje por ese bello país.

Nos recibió Constanza con una bella luna llena de sangre.

Aparcamos en una explanada en el mismo centro de la ciudad, y llegamos a tiempo de dar un bonito paseo por el casco antiguo y el puerto, que en ese momento se encontraba con mucha animación.

También estuvimos recorriendo un pequeño mercadillo de antigüedades, que ya sabéis que nos gustan mucho, de modo que nos fuimos tarde a dormir, con la dicotomía de que habíamos llegado al lugar más lejano desde nuestra salida y que, por otra parte, desde ahí comenzaba nuestro regreso de unas fantásticas vacaciones!!






A la mañana siguiente, volvimos a dar un paseo por Constanza en nuestro patinete, para poder llegar más lejos y lo primero que fuimos a visitar fue el famoso Casino que, lamentablemente lo pillamos en un proceso de restauración.



También pudimos ir a la playa para comprobar lo que ya nos habían dicho: se trata de la zona más poblada de toda Rumanía durante los meses de verano, que se masifica buscando sus bonitas playas.

Paseamos por la zona durante toda la mañana siguiendo la costa del sur al norte, disfrutando del bonito paisaje que ofrece el Mar Negro por allí...









Nuestros siguientes destinos desde ese punto eran Brasov y la mítica carretera Transfagarasan, así que continuamos con nuestro viaje con la intención de volver a pasar por Buzau para despedirnos de nuestros amigos y, desde ahí, desviarnos para Brasov.
 
En Buzau nos esperaba Catalín con su fantástico Camaro!!


Así que, aún con lágrimas en los ojos por no saber cuánto tiempo más va a volver a pasar hasta ver a nuestros queridos amigos, seguimos la ruta. 



Teníamos que "cambiar aguas" (para los no autocaravanistas, es la forma de decir que teníamos que vaciar el baño y las aguas grises y coger agua limpia), así que nos desviamos de la carretera principal en busca de un camping cercano que nos indicaba el Park4Night en la falda del Volcán Noroiosi. Se trataba de un lugar tan mágico que decidimos pasar la noche allí mismo.





Así que, tras una tranquila noche durmiendo junto al Volcán, y sin mucho tiempo para recorrer sus curiosos paisajes porque había que hacer una ruta de senderismo de varias horas, seguimos de nuevo en ruta hacia Brasov, uno de los lugares más turísticos de Rumania y la puerta de entrada a Transilvania.










Efectivamente, es lógico que Brasov sea la ciudad más visitada de Rumanía, pues es espectacular pasear por su casco antiguo, observando sus típicas casas de colores pastel, sus pasadizos decorados con exquisitez y sus calles peatonales repletas de curiosos comercios... Decidimos comer en la plaza central, junto a la impresionante The Black Church.

De allí, nos fuimos a ver el Castillo de Bran, lugar en el que se inspira la historia de Vlad el Empalador, más conocido como el Conde Drácula.





Por una parte, llegamos a falta de media hora para el cierre de la visita al Castillo y, por otra, nos habían recomendado no pasar a verlo porque, después de haber visitado muchos castillos por el Loyra y por Escocia, este no tenía nada especial, de modo que le dimos una vuelta por el exterior, hicimos algunas compras en las tiendas de los alrededores y, tras unas fotos, seguimos nuestro camino...


Para visitar nuestro siguiente destino, la mítica carretera Transfagarasan, era preferible entrar a plena luz del día, de modo que nos acercamos hasta la cercana población de Fagaras para pasar la noche en un idílico paraje, junto a una bella iglesia.

La mañana siguiente nos recibiría un día nublado que en ese momento no sospechábamos que sería el día más emocionante con diferencia de nuestras vacaciones. Comenzamos visitando una bonita ciudadela medieval que estaban restaurando...


Y de allí nos fuimos hacia la Transfagarasan!!

En lugar de subir y bajar por el mismo sitio, puesto que los siguientes destinos nos dirigían en sentido contrario a dicha carretera, decidimos ir un poco más hacia el oeste para subir desde el sur, por Arefu, a recorrer las míticas curvas de la llamada por muchos como LA MEJOR CARRETERA DEL MUNDO.


Condujimos embelesados con los fantásticos paisajes que te ofrece esa mágica zona!!

A cada curva, te encontrabas con un escenario aún más salvaje que el anterior y, constantemente te apetecía parar a un lado para disfrutar de cada rincón sin la presión de los impacientes conductores rumanos que nos rodeaban.

Fue una delicia de mañana!! Los dos nos manteníamos atentos a cada recodo de la carretera cuando, de repente, nos sacó del "sueño" una sirena aguda que salía de nuestros bolsillos y que nunca antes habíamos escuchado!!

Nuestros teléfonos estaban sonando de manera extraña y alarmante. A los dos nos apareció en la pantalla bloqueada un mensaje de alarma escrito en Rumano en el que, intuitivamente, pudimos entender algo relativo a que entrábamos en una zona en la que se habían avistado algunos osos salvajes en zonas habitadas.

Nos paramos a la derecha y, utilizando el traductor de Google, nos aseguramos de lo que nos transmitía el mensaje y que, efectivamente, trataba de que varios grupos de osos se encontraban en la zona que estábamos atravesando y nos sugería que extremáramos las precauciones, que no saliéramos de los vehículos, que no alimentáramos a los animales salvajes y que mantuviéramos la atención en la carretera.

El corazón se nos puso a mil!!

En ese momento no sabíamos si dicho mensaje se quedaría en anecdótico o si, por el contrario, podríamos tener la oportunidad de ver osos salvajes en su hábitat natural, algo que es sumamente difícil...

No tardamos mucho en avistar el primer oso!!


Y no fue el único... Pudimos ver varios grupos en sitios en los que los conductores se paraban para verlos más de cerca. Incluso, algún desaprensivo se bajó del coche, poniendo en riesgo su propia vida!!






En fin, fue la experiencia más bonita de todo el viaje!!

En total pudimos ver 5 grupos de osos, en algunos casos, como el vídeo anterior, una hembra con su osezno, pero en todo momento nos mantuvimos dentro de la autocaravana y sin interactuar con los animales.

Y fue un acierto, pues un poco más tarde nos llegó la información de que, esa mañana y por esa zona, uno de los machos le dio un zarpazo a un conductor que paró a su lado y bajó la ventanilla de su coche y acabó con su vida!! Así que, aunque su apariencia sea tan bonita y aparentemente tranquila, no dejan de ser animales muy peligrosos, agresivos y territoriales.

En fin, muy emocionados seguimos nuestro trayecto hacia la cumbre de la Transfagarasan, deleitándonos con una espléndida carretera, con paisajes cada vez más bellos e impresionantes!!





Justo en la cima nos esperaba una espesa niebla que deslucía un poco el momento, pero aún así fue muy emotivo "marcar otra muesca en nuestra culata" con uno de los pasos de montaña más bonitos que hemos conocido, sin duda.

Cuando pensábamos que ese día ya no tendría más sorpresas, pero nos equivocamos... Nos pusimos rumbo a Sibiu con la intención de pasar la noche y visitar la ciudad a la mañana siguiente, pero nos encontramos con una ciudad en fiestas, con las calles repletas de gente, actividades, puestos y espectáculos. Era el 26 de agosto.

Se trataba del Festival Internacional del Teatro de Sibiu, que nos encantó!!











En fin, fue un día muy intenso. Sin ninguna duda el día el que recordamos con más cariño de estas vacaciones, que terminamos agotados pero felices... 


A la mañana siguiente, nos quedaba la última ciudad a la que dedicaríamos un buen paseo en Rumanía: Siguisoara.

Nos encontramos una ciudad más pequeña que Sibiu, pero más entrañable. Tiene una fortificación medieval alrededor de un pequeño monte, con unas preciosas construcciones muy bien conservadas.










Así que, desde ese punto y no sin cierta tristeza, nos pusimos rumbo a nuestro siguiente destino, ya fuera de Rumanía, la ciudad de Siofok, junto al lago Balatón, en Hungría.

En ese trayecto, tan sólo reseñar una feria que nos encontramos con un mercadillo de antigüedades, algunas atracciones y música folklórica en directo.



Es muy curioso lo parecidas y a la vez tan distintas que parecen nuestras culturas!! A nosotros nos encanta participar en esas costumbres y estuvimos un par de horas paseando por la feria, escuchando la música y degustando los platos típicos de allí.


Finalmente, nos encontramos con la frontera de Hungría en medio de una carretera comarcal, en la que nos recibieron algunos ciervos que cruzaron delante nuestra mientras salíamos de la aduana.

El estado de las primeras carreteras ya nos indicaba el desastre de vías que nos íbamos a encontrar la cruzar el país húngaro... Sin duda, las peores de todo el viaje!!



Llegamos a mediodía al Lago Balatón, donde tras una frugal comida, disfrutamos de otro de los momentos inolvidables del viaje y de nuestra vida: un paseo remando en nuestras tablas de paddle surf en un paisaje incomparable!!






Como podéis apreciar, una actividad tremendamente gratificante!!


Recogimos nuestro equipo antes de anochecer y decidimos acercarnos a dormir al cercano Lago Héviz, el lago termal más grande de Europa, con la intención de darnos un baño al día siguiente... Lamentablemente, nos levantamos con una lluvia persistente que nos iba a impedir disfrutar del baño, así que seguimos adelante hasta el Lake Cave Tapolca, una preciosa cueva en la que te prestan una bara de aluminio y un remo y recorres a tu ritmo sus cristalinas aguas.





Finalizamos la visita a la cueva y nos fuimos de nuevo a la autocaravana donde nuestros perritos nos esperaban. No nos permitieron su entrada así que no tardamos mucho en volver...

De allí seguimos en dirección a nuestro siguiente objetivo, Viena. Fuimos pasando por las bonitas ciudades húngaras de Sumeg y Sopron, que visitamos dedicando poco más de un par de horas a cada una (suficiente cuando te desplazas en un patinete eléctrico). Como curiosidad, en Sopron nos adelantó un tren turístico que daba una vuelta por los puntos de interés de la ciudad, y lo seguimos en todo el recorrido con nuestro patinete...






Y por fin, para terminar esta entrada, cruzamos a Austria y llegamos esa misma noche a Viena donde pasamos la noche en un camping no muy cercano al centro, sobre unos 15 kilómetros, pero suficiente como para acercarnos en nuestra Vespa que llevábamos en el garaje, que aún no habíamos encontrado el momento de sacar (sobre todo gracias a la comodidad que te ofrecen los patinetes Xiaomi).

Y esto es todo por ahora... En la próxima entrada relataré los dos días que dedicamos a Viena y la última semana de regreso hasta casa.

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí y hasta pronto!!



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