Aventura en Marruecos!!


Hola a todos, queridos amigos y seguidores.


En esta entrada al blog, voy a relatar nuestra escapada a Marruecos durante la Semana Santa de 2013. No realizaré un texto tan detallado y exhaustivo como suelo hacer, pues quiero resumirlo en tan sólo una entrada y no quiero resultar excesivamente pesado... Sin más, doy paso a la crónica:

Salimos el Miércoles Santo con destino Ceuta, donde teníamos pensado cruzar desde Algeciras. El viaje resultó rápido y limpio, de modo que llegamos sin problemas al ferry de las 21.30hrs y cruzamos inmediatamente.


Esa primera noche dormimos en Ceuta, en parking junto al mar, donde un botellón de unos chavales nos incordia durante horas.

A la mañana siguiente, el paso de aduana resultó brutalmente lento. En un despiste por las continuas indicaciones de los policías aduaneros, rozo la AC contra un quita-miedos. Al salir comprobé que apenas se notaba el daño, de modo que eso me tranquilizó... Un paisano buscavidas me ayudó durante el enredoso papeleo y cuando le entregué 20 dirham se enfadó conmigo pidiendo más... Terminé dándole un par de euros más, dejándole contento.


Tras cruzar la frontera, tiramos directamente hacia a Tánger. Las carreteras eran lamentables y llegamos más tarde de lo previsto para aparcar junto al mar a comer. Al salir de la autocaravana, Lucía metió el pie en un agujero lleno de cieno y experimentamos por primera vez la amabilidad local. Un señor que tenía su puesto de chuches itinerante, se desvivió para facilitarnos una manguera de agua para limpiar las zapatillas, además de mostrarse preocupado por si la pequeña se había hecho daño... Terminamos haciéndole una buena compra, sorprendiéndonos por la diferencia de precios con los nuestros.


Nos dirigimos a un parking vigilado, donde nos guardaron la AC por 15 dh (aproximadamente 1,36 euros) y eso nos permitió pasear durante toda la tarde por la Medina de Tánger y su mercado callejero. Entre unas cosas y otras, gastamos unos 820 dh en todo tipo de productos típicos de la zona (chilabas, babuchas, pipas, timbales, lámparas, etc...). Ese día terminamos pasando la noche en el camping Achacar, junto a la Gruta de Hércules, por 115 dh.


Al día siguiente nos levantamos con la agradable visita del asistente del camping que traía un ramo de bellas flores silvestres para las nenas. Visitamos la Cueva de Hércules, donde el guía me cogió la cámara al entrar y se tiró toda la visita tirándonos fotos de todas las posturas...


Posteriormente, fuimos hacia Assilah, pasando por media docena de controles policiales durante unos 40 kms. Aparcamos junto al pueblo (20 dh) y se nos acopló Mohamed, un jovencito del pueblo, para enseñarnos la Medina de Assilah. 


Precioso pueblo!! Las tres chicas se hicieron un precioso tatuaje de henna en la mano. Después de un bonito tour, incluyendo la curiosa visita a un baño turco, dimos una propina a nuestro amigo Mohamed y paramos a degustar la típica comida marroquí junto a la muralla de la Medina. Una cantidad ingente de cuscus, tajine, ensaladas y pollo a la plancha por sólo 220 dh. Hubieran comido otros 4 y aún habría sobrado!!!


Posteriormente, avanzamos hacia Larache, pero no pudimos parar en el pueblo, pues las calles esperaban la llegada de la vuelta ciclista a Marruecos y estaban cortadas y llenas de gente. Cruzamos, obligados por las circunstancias, por las concurridas calles del mercado y seguimos sin parar directamente hacia Chefchaoune, cruzando una parte de la bonita cadena montañosa del Rif. Preciosa la ruta, pero desastrosa carretera que, incluso hay baches en los que rozamos el culo de la AC!!


Llegamos al camping de Chefchaoune (92 dh) a las 20hrs local y bajamos caminando al pueblo. Recorrimos las preciosas calles pintadas de azul mientras seguimos haciendo más compras. Finalmente, como el camping está muy arriba y además se puso a llover, acordamos con un taxista un precio de 30 dh para que nos acercara.


Llovió toda la noche y aún siguió lloviendo por la mañana. 


A pasear del agua, bajamos de nuevo a la ciudad por unas escarpadas escaleras que Maribel sufrió por los taconazos que llevaba. Al llegar, tomamos por 75 dh un completo desayuno con huevos, tortilla, zumo de naranja, café y té para tres de nosotros.


La lluvia deslucía la ciudad, de modo que nos alegramos de haberla visto en plenitud la noche anterior. Seguimos de compras (mas lamparas, alfombras, cojines, zapatos, etc...). Lucía hizo su primera negociación de precio, cumpliendo perfectamente con el juego del regateo, para comprar un colgante-fósil. Una tetera y unos paquetes de té después, cogemos de nuevo un taxi hacia el camping para continuar nuestro viaje. 


Salimos hacia Tetouan, a unos 40 kilómetros. Siguió lloviendo todo el trayecto. 

En Tetouan, paramos en el parking de la muralla por 5 dh las 5 horas. Después de comer, paró de llover y salimos al mercado. Con caras de despistados, entramos en el suburbio de la Medina y vimos la cara más sucia de Marruecos. Podredumbre por todos los lados. Gallinas vivas esperando su hora. Peces chorreando sus jugos por las calles. Cada vez calles mas estrechas, que nos llevaban a rincones desaliñados. En ese momento, se dejaron de ver policías y turistas. Los puestos dedicados al consumo de hachis se hicieron los protagonistas del mercado. Queríamos escapar de allí y de repente se nos acopló Abdul, que se empeñaba en dirigirnos a su gusto. Con él visitamos el cementerio judío y la Teneria (lugar donde tiñen de distintos colores las telas) y con cautela volvimos sobre nuestros pasos, con nuestras hijas bien controladas y en contra de la voluntad de Abdul, hasta salir a una concurrida plaza vigilada por miembros de la guardia real. En ese momento, nuestro guía desapareció.


Mas tranquilos, proseguimos con las compras (más timbales, más zapatos, etc...) y paseamos por la zona mas turística del centro de la ciudad.


Cuando anochece, salimos hacia Ceuta. A mitad de camino, paramos en M'Diq, donde dedico los últimos 300 dh en billetes locales para comprarme unas Puma Ferrari, ahorrándome unos 90 euros sobre el precio peninsular. En el parking, dos nenes nos pidieron unas monedas y, aunque sé que no se debe hacer, me pudo el corazón y cometí el error de darle a uno 5 dh y al otro 10 dh, de modo que en lugar de estar agradecidos, el de los 5 se me puso a llorar. Como no tenía más monedas de 5, le di otra moneda de 10 y de nuevo volvió el otro para decirme que también él quería más. Para quitármelos de encima, tuve que hacer ademán de llamar a un policía cercano que regulaba el tráfico y entonces ambos huyeron despavoridos...


Tras una visita fugaz a un Centro Comercial justo anterior a la aduana, seguimos para cruzar a nuestro trocito de España en África. De nuevo unos chavales me ayudaron a rellenar el documento para sellar los pasaportes, pero como ya no me quedaban dirham y no llevaba nada en euros, les di un par de dólares americanos que llevaba  de recuerdo y se quedaron tan contentos...


Finalmente, esa noche dormimos en Ceuta!!

El día siguiente lo dedicamos a visitar a mi gran amigo y compañero de promoción Moises Collantes, que estaba en La Línea y hacía 22 años que no le veía, así como a nuestro anfitrión en Ceuta, José Carlos, que a la ida no nos había podido recibir en su bella ciudad y quedamos en vernos en Fuengirola.


El lunes por la noche llegamos a casa agotados, pero muy satisfechos con el precioso viaje que habíamos realizado. Marruecos es un país de contrastes, con mucha riqueza natural y donde en las ciudades te puedes encontrar con lo mejor y lo peor a sólo una calle de distancia. En general la gente es extraordinaria y nos hemos sentido muy arropados por su hospitalidad, aunque en algunos casos puede resultar excesiva... 


SIN DUDA ALGUNA, VOLVEREMOS!!!

Daniel Martínez
Abril 2013

PD. Hemos traído casi 800 fotos que he subido a mi album de picasa... Si alguien tiene interés en verlas, que me lo diga y le paso el enlace.

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