Escocia en autocaravana 2012!! (Parte 2)
Miércoles 18 de julio
A las 6hrs de la
mañana, nos despertaron unos gritos como de una niña pequeña, acompañados de
repetidos golpes en una de las ventanas, de modo que salté de la cama e
inmediatamente me puse un pantalón para asomarme y ayudar quien nos necesitaba
tan urgentemente. Al abrir la puerta, se marchó volando la gaviota responsable
de los ruidos y, aliviado y enfadado a la vez, pude seguir durmiendo durante
las siguientes tres horas.
Después de
renovar los líquidos de la autocaravana, salimos del camping y pusimos rumbo a
Winchester, para dar una vuelta por sus calles e intentar ver la catedral.
Durante el
trayecto nos cayó mucha agua. Aun así, como estábamos cerca, quisimos viajar
por carreteras secundarias y llegamos a comer a un enorme parking que había a
15min andando de la catedral.
Curiosamente, en
la entrada de la catedral se indicaban los precios de 10 pounds adultos y 4
pounds niños, aunque como vimos que varias personas accedían sin detenerse en
la taquilla que estaba vacía, nosotros hicimos lo mismo y nos salió la visita
gratis. Creímos que lo mismo nos iban a hacer pagar a la salida, pero no fue
así.
La catedral era
impresionante. Aún a pesar de su enorme tamaño, resultaba muy acogedora por la
agradable decoración que había en cada rincón. Paseamos durante unos minutos
bajo sus columnas y bóvedas, y salimos maravillados por la fantástica
combinación de paz dentro de la iglesia, y salvaje naturaleza verde en los
exteriores. Después pusimos camino hacia el Great Hall, a través de la High
Street. En el Great Hall, se encuentra la famosa mesa redonda del Rey Arturo,
que aunque se duda de su autenticidad, nos hacía ilusión verla... Resultó
imposible, pues cerraron el acceso a las 17hrs, y nosotros llegamos 15min
después. Para algunas cosas, la puntualidad británica tiene sus ventajas, pero
para otras, te puede sacar de quicio!!
Así que un poco
tristes, continuamos avanzando hacia uno de los lugares que mas ganas teníamos
de visitar de la zona sur de UK: Stonehenge!!
Llegamos en unos
escasos 25min desde la salida de Winchester, y nos impactó la vista que te
recibe desde el alto de la carretera...
De nuevo, quisimos entrar al
aparcamiento y nos indicaron que estaban cerrando y que debíamos continuar. 200
metros mas adelante del parking, había un camino de tierra que daba acceso a tierras
de cultivo traseras al crómlech y aparcamos un momento la autocaravana allí. Como la valla que rodea a la
construcción megalítica no era muy alta y nada obstaculizaba su visión,
estuvimos unos minutos disfrutando, no mucho más lejos que si hubiésemos pagado
los 25 pounds de la entrada familiar, de la magia que desprende.
Se veían
perfectamente los machihembrados, similares a los utilizados en carpintería,
que se utilizaron para su construcción. Además, según se iba poniendo el sol,
las piedras adquirían un aspecto más solemne, que invitaba a todos los que
estábamos por allí en la misma situación de no haber podido entrar, en mantener
un riguroso silencio.
Decenas de fotos
después, y con la pena de nuevo de no haberlo podido tocar, continuamos hacia
Bath. Nada más salir del Stonehenge, a escasos 2kms, vi una indicación hacia
Woodhenge, otra construcción megalítica también Patrimonio de la Humanidad, de
modo que accedí y esta vez, en completa soledad, pude acceder al henge para
tocar las piedras que indican la posición de los pilares de madera originales.
Estaban colocadas en una disposición circular, similar al de Stonehenge y
aseguro que pasear dentro de esa misteriosa construcción que se encuentra allí
desde tiempos inmemorables, completamente solo, resultó tan gratificante que
olvidé inmediatamente el disgusto por no haber podido acceder al complejo del
Stonehenge.
Seguimos rumbo a
Bath, donde son famosos los baños romanos de aguas termales que llevan
ofreciendo 1.170.000 litros de agua al día, a una temperatura de 46 grados, durante
más de 2000 años. Llegamos de noche y resultó imposible encontrar un
aparcamiento para dormir en la zona, de modo que como estas son las cosas que
tiene viajar en autocaravana, no nos importó ver la ciudad desde nuestro
vehículo y buscar a la salida un sitio para dormir. El sitio elegido fue un
bonito parque en medio de una zona residencial de un pueblecito llamado Stroud.
Agotados por el
intenso día, caímos a dormir con la ilusión de llegar al día siguiente a la nación
de Gales.
Jueves 19 de julio
Ese día salimos
muy tarde, sobre las 11hrs, aunque repuestos del cansancio del día anterior...
Atravesamos,
camino de Gales, por una zona que enlaza granja tras granja, y paramos varias
veces para ver centros de jardinería y pequeñas granjas dedicadas a la
agricultura y ganadería. En una de las granjas, compramos una cesta de fresas y
otra de frambuesas que resultaron deliciosas!!
A medio día,
paramos en Ludlow a comer, y estuvimos paseando por sus bonitas y limpias
calles durante un par de horas. Había un mercadillo en su plaza central, que
recorrimos con interés. Luego, entramos en la iglesia principal, donde una
mujer con un traje similar al utilizado por los sacerdotes españoles nos
recibió con sonrisas y buenas palabras. Era una curiosa iglesia, con un
apartado de zona infantil de juegos, tienda y biblioteca. Además, cada pocos
minutos, la mujer que nos recibió se subía a un atril y recitaba textos,
aparentemente bíblicos. No somos personas que nos atraigan las religiones, pero
estuvimos tan cómodos en aquel lugar, que no teníamos ganas de irnos de allí.
Después de una grata conversación con la mujer-sacerdote sobre nuestra
procedencia, y sobre nuestras hijas que estaban pintando unos dibujos, nos
marchamos para comer en la autocaravana. Fue una estancia muy agradable en
Ludlow!!
Seguimos camino
de Harlech, ya en Gales, para visitar su castillo. Por el camino, teníamos que
vaciar el wáter químico, con lo que paramos a preguntar en un camping que, sorprendentemente,
era exclusivo para adultos y no permitía la estancia a menores de edad. Muy
amablemente, la recepcionista nos indicó que no disponían de punto de recogida
de vaciado químico, con lo que continuamos hasta el siguiente camping. En este,
un hombre muy agradable que cortaba el césped, me indicó donde tenía que llevar
la autocaravana para vaciar las grises y el poti, y cuando le pregunté el precio,
me dijo que no era nada levantando el pulgar, con una gran sonrisa en la cara.
Da gusto los agradables modales que hemos ido encontrando a lo largo de
nuestras vacaciones!!
Sobre las
19.30hrs llegamos a Harlech, y pudimos aparcar junto al mismo castillo.
Decidimos pasar la noche ahí mismo, con un coste de 4 pounds las 24hrs, para
acceder al interior del castillo al día siguiente. Estuvimos dando un paseo por
los alrededores y jugando en un parque en la puerta del castillo hasta la
puesta del sol, sacando unas bellísimas fotos de la fortaleza.
Viernes 20 de julio
Una vez más, nos
levantamos tarde, a las 9hrs, puesto que el castillo no abría hasta las 10hrs. Pagamos
los 11 pounds de la entrada familiar, y estuvimos durante dos emocionantes
horas recorriendo cada rincón de la fortaleza. Tenemos algo de experiencia en
visitas a castillos por el Loira y Alsacia, y en esta ocasión nos agradó ver
que estaba todo original, sin reconstruir, en un estado en el que llevaba
cientos de años.
Este tipo de visitas da una mayor libertad a la imaginación,
permitiendo a cada uno hacer suposiciones de como sería la vida entre esos
muros, pero sobre todo da un extra de autenticidad que no lo tenemos en los
castillos reconstruidos y artificialmente amueblados...
Dedicamos
decenas de merecidas fotos al castillo, y posteriormente pusimos rumbo a
Blaneau Ffestiniog, pues sabíamos de un tren a vapor que atraviesa todo un
valle de Gales a lo largo de unos 30kms, hasta llegar a Porthmadog. Llegamos a
las 12,30hrs a la estación, y pasé a la estación a informarme del tren. En
primer lugar, me dijeron que los menores de 15 años no pagaban, y hasta ahí llegaron
las buenas noticias!! El precio por adulto era de 19,60 pounds, y el siguiente
tren pasaría a las 13,40hrs. El trayecto duraría entre ida y vuelta 3hrs y la
comida a bordo se pagaba a parte, con lo cual desestimamos subir al tren por la
gran pérdida de tiempo y dinero que nos suponía y pusimos rumbo a Liverpool.
Antes de llegar
a la ciudad que vio nacer a los Beatles, paramos a comer en Chester, ya en la
frontera de retorno de Gales. Comimos junto a un McDonalds, que nos permitió
revisar los correos electrónicos gracias a la wifi libre. Chester es una bella
ciudad (en muchas guías hablan que es la más bonita y turística de todo Gales)
cuyo centro histórico posee un tipo de construcción muy particular: the rows.
Los "rows" son unos soportales elevados, creados por encima de unas
ruinas romanas y con las viviendas en un nivel superior, que produce un único y
característico conjunto.
Después, estuvimos
paseando por sus calles durante un par de horas y, al mirar a la izquierda
desde un precioso reloj del siglo XIX soportado por un adornado arco metálico, vimos
a la catedral que ya estaba cerrada. Curiosamente, se anunciaba desde fuera que
en el interior se disponía de tienda y restaurante, abierto todo hasta las
18hrs… Le hicimos unas fotos exteriores y de vuelta a la autocaravana.
Aunque el
aparcamiento elegido estaba muy céntrico y era agradable, por la hora que era y
dada la cercanía de Liverpool (30kms), continuamos la marcha para acercarnos más
a nuestro objetivo final: Escocia.
Nada mas entrar
en Liverpool cruzando la gran ría por debajo del mar, nos dirigimos a Anfield
Road, para ver el estadio del equipo de fútbol local. Hicimos unas fotos para
el recuerdo y, mientras salíamos de allí, nos quedamos de piedra al ver el
peligroso barrio en el que se encontraba. Muchas de las casas de alrededor del
estadio tenían las ventanas tapiadas, otras tenían chapas metálicas
atornilladas. La inmensa mayoría, tenían en los jardines alambre de espinos
para evitar la entrada, y unos "presuntos maleantes" se entretenían
trapicheando en la calle de enfrente, probablemente haciendo algo nada bueno...
Salimos de allí
inmediatamente, y nos dirigimos hacia el puerto, en busca del Albert Dock,
donde se encuentra el museo de Los Beatles. Como ha sido habitual durante todo
el viaje, cuando llegamos ya estaba cerrado, así que paseamos por el complejo
que estaba lleno de gente que salía de fiesta. Llegamos paseando hasta el puerto,
donde vimos partir a un gran crucero en su travesía.
Pudimos dormir
en un parking justo en frente del Albert Dock, para decidir al día siguiente si
visitaríamos el museo de Los Beatles o continuaríamos hacia Manchester, paso
previo hacia Glasgow.
Sábado 21 de julio
Amanecimos
temprano, pues el lugar elegido para dormir obligaba a un pago de 7,5 pounds
para 24hrs, y la noche anterior tenía la taquilla cerrada y no pudimos pagar,
con lo cual para evitar multa o malas caras, a las 7 de la mañana saqué la
autocaravana del parking, dejándola relativamente cerca.
Después de
desayunar, y como era tan temprano, decidimos seguir adelante hacia Glasgow,
pasando antes por Manchester para dar una vuelta por Old Tradford para ver el
estadio de fútbol del Manchester United. Tenía mucha ilusión por visitar el
Teatro de los Sueños, de modo que llegamos, y aparcamos en la misma puerta.
Pasamos a visitar la tienda oficial, donde nos permitimos el capricho de
comprar unas camisetas del United y unas bolas de golf personalizadas, y
después de unas docenas de fotos para el recuerdo, continuamos nuestro
recorrido hacia Escocia.
Por el camino
estuvimos mirando alternativas para dormir esa noche, pues teníamos ganas de
pasarla en un camping para lavar ropa y cambiar aguas, y vimos una opción muy
interesante en Maybole, unos pocos kilómetros antes de Glasgow. Se trataba de
un camping en un perfecto entorno natural, rodeados de verdes prados que
utilizan vacas y ovejas para pastar y caballos para retozar, y con unas
instalaciones dignas de las cinco estrellas que lucen en la entrada. Su nombre:
The Ranch.
Cuando llegamos, después de ver el cartel que nos indicaba que ya estábamos en Escocia, elegimos una parcela céntrica, a mitad de camino del campo de fútbol de una
preciosa hierba natural y de la piscina climatizada cubierta. Esa tarde la
dedicamos a descansar y a jugar con nuestras hijas, aprovechando cada minuto para
reír con ellas y a recorrer cada palmo de las instalaciones del camping.
Visitamos
la granja, donde las nenas dieron de comer a unas simpáticas cabras, jugamos en
los dos parques infantiles, corrimos detrás de un balón por el campo de fútbol,
y estuvimos dos horas a remojo en la piscina. Fue un regalo de tarde!!
Nos fuimos a dormir
agotados, pero satisfechos de haberlo pasado fenomenal y por encontrarnos ya en
tierras escocesas... Al día siguiente cruzaríamos Glasgow, sin intención de
bajarnos de la autocaravana y pondríamos rumbo a la Isla de Skye, nuestro siguiente
gran destino en las Highlands...
Comentarios
Un abrazo,
Javier
Un abrazo,
Daniel M.