Viaje en moto a Amsterdam!! (Día 6)

6 julio 2007Volvemos a madrugar un poco y salimos a las 9.30h para hacer entrada en París. El tráfico es desesperante y el atasco que encontramos es de varios kms. Curiosamente, parece que en las autovías de Francia tienen por costumbre dejar paso a las motos entre los carriles izquierdo y central. Notamos como los coches “se abren” de una manera descarada. Incluso los conductores noveles (allí tienen un disco blanco con una “A” en rojo) exageran el gesto de forma que te sientes más cómodo haciendo el “slalom” entre los coches. Presenciamos una anécdota graciosa cuando circulábamos entre los coches detrás de un francés con una BMW LT nuevecita. Cuando algún coche despistado cerraba el paso impidiendo su avance, éste tío golpeaba con su mano al coche increpando al conductor. De pronto un Peugeot 407 se colocó en medio de los carriles de un volantazo para tratar de adelantar, provocando un gran frenazo del de la LT. Éste le adelantó despacito y a la altura de la ventanilla le soltó una parrafada (de la que no me enteré, pues era en francés) y de un puñetazo le arrancó de cuajo el espejo derecho. La cara que se le quedó al del coche era un poema...
En fin, que sobre las 11.00h llegamos al centro de París. Como nosotros ya conocíamos París, no nos entretuvimos mucho y fuimos directamente a nuestra asignatura pendiente: el museo del Louvre.
Aparcamos la moto en la puerta y sacamos la entrada para visitarlo (9 euros). Queríamos hacer una visita cultural “rapidilla”, ya que no teníamos tiempo para dedicarle lo que merece dicho museo.
Gracias al plano fuimos directamente a ver aquello imprescindible (eso de “no te puedes ir de París sin ver...”) y nos costó más de 4 horas entre que entramos y salimos del museo. (En esta foto se nota que venimos de Amsterdam, por la cara de “fumada” que saca Maribel, jejeje...)
Al menos nos fuimos habiendo visto en persona todas aquellas esculturas y pinturas que siempre habíamos visto en los libros de texto, jejeje...
En fin, salimos sobre las 15.30h del museo y decidimos salir de Paris para buscar un sitio donde comer, no sin antes parar a hacer la foto reglamentaria con la Torre Eiffel.
Debido a los horarios europeos no comimos, sino que merendamos a las 16.30h en un Kentucky (buahj, no vuelvo a comer más ese ¿pollo? que hacen allí) a la salida de París. Sobre las 17.30h le pido al GPS que nos lleve al destino: Burdeos (zas!! 583 kms por delante, y eso que eran más de las 5 de la tarde, jejeje...). De modo que tiramos por autovía a ver hasta dónde íbamos a ser capaces de llegar. No sabíamos lo que nos esperaba...
Sobre las 19.30h nos vino el susto del viaje: me entra la reserva en la autovía (una vez mas de las decenas de veces que me había entrado) y decido parar en la siguiente gasolinera (10 kms mas adelante). Una vez en la gasolinera, observamos que no hay personal. Es “self-service”. Introduzco mi tarjeta y no la admite. Meto otra y tampoco. Probamos con la visa y... TAMPOCO LE GUSTA. Así que miro en el GPS que otros 7,5kms mas adelante hay otra. Decidimos seguir.
Llegamos a la siguiente gasolinera y también es de autoservicio. Probamos las tarjetas y nada (he de añadir que todo el viaje hemos estado usando las tarjetas en gasolineras, hoteles, restaurantes y no habíamos tenido ningún problema). El GPS indica que 2kms mas adelante hay otra, así que como era poco, probamos (no sabía lo que aguantarían los 3 litros de la reserva...).
Volvemos a llegar a la nueva y... si, lo que pensáis: también autoservicio!! Una vez más, recurrimos al GPS que indica que a 300mt sale un cruce y que a 8kms a la derecha hay un pueblo con 3 gasolineras, así que creemos que estamos salvados y tiramos hacia allá.
Nos encontramos la primera y es Intermarche (horario supermercado, así que a esta hora es de autoservicio). La segunda estaba cerrada hacía años y la tercera ni siquiera existía (ups, me has fallado TOMTOM). Miramos en el GPS que volviendo por donde habíamos llegado y siguiendo el cruce de frente, había otro pueblo con otra gasolinera. Total: otros 10kms.
Le echamos narices y tiramos. Íbamos agachaditos para cortar el viento y en las cuestas abajo parábamos el motor. Conseguimos llegar y una vez más la gasolinera es de autoservicio. Pegué un grito: “Pero bueno, es que en este put* país no trabajan los gasolineros!!” A todo esto, las calles vacías y nadie a quien preguntar. Enfrente de la gasolinera había una gendarmería, así que miro a ver si hay otra gasolinera cerca o vpy a pedir ayuda a los gendarmes... A 5kms hay otra, según el GPS. Pienso: “voy a intentarlo y si me quedo tirado, vuelvo andando a la gendarmería...”.
De modo que vamos a la siguiente gasolinera y... JOD*R!! También autoservicio!! (No nos lo podíamos creer)
Ya casi nos ponemos a llorar o reír (no sabíamos por dónde empezar), cuando llega un señor a llenar unas garrafas de gasoil. “SALVADOS??” Le paro y le pregunto si habla español. No. Inglés?? Tampoco. Entonces con señas le enseño un billete de 10 euros y le pido que con su tarjeta me eche gasolina que yo le pago en mano. Se lo tuve que repetir 3 veces, pero al final me entendió y aceptó. Gracias al cielo!! Entonces me “liberó” el surtidor, le entregué los 10 euros y mientras cargaba, el buen hombre se marchó. Sin fijarme, eché 17,50 euros. Hala!! Sólo le había dado 10 euros!! Cerré enseguida y salimos corriendo a buscarle. Le encontramos en la rotonda de la salida y le indiqué (con señas) que había echado más de lo que le había dado, así que le ofrecí otros 10 euros. No sé si me entendió o no, pero cogió los 10 euros y nosotros nos quedamos tranquilos...

En fin, toda una aventura en la que habíamos perdido una hora y media y en la que aprendimos que las gasolineras en Francia cierran a las 19.00h y que la reserva de la Shadow dura al menos 42,5kms, jejeje...
Cuando volvemos a la ruta original, son las 21.00h y nos quedan 150kms para Burdeos (donde además tenemos que buscar hotel). Decidimos ponernos a buscar hotel desde ya. En ruta encontramos un Premiere Classe a unos 100kms de Burdeos sobre las 21.30h. Me acerco a preguntar y... SÍ!! LO QUE OS PENSAIS!! ES UN HOTEL AUTOSERVICIO!! (Me dio un ataque de risa)
Como era tan tarde, me acerco al cajero... por probar, vamos. Me sorprendió que esta vez la tarjeta FUNCIONABA. En un minuto saqué una llave de una habitación para dos personas por 38 euros (el hotel más barato de cuantos habíamos visitado) y con vistas al parking y todo. La habitación era pequeña pero limpia. Otra cosa más aprendida: puestos a viajar económicamente, los hoteles Premiere Classe (la misma cadena que los Formule 1) son una opción muy válida.
Finalmente, nos dispusimos a dormir sobre las 22.00h, después de un día bastante ajetreado donde ya nos veíamos durmiendo en alguna parada de autobús o peor aún en alguna gendarmería, jejeje... Al día siguiente (7 de julio, San Fermín) nos esperaba la última jornada donde teníamos previsto pasar a ver Pamplona en fiestas.

Comentarios

Andrés Nortes ha dicho que…
Joer con las gasolineras. Me has recordado una vez que me quedé sin sopa en el Warrior de mi hermano. Tendría como 16 años...

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